Sin duda la historia de la pequeña Chise es desgarradora. Te conmueve hasta el tuetano. Aún recuerdo como esta 
pequeña belleza decide sacrificar todo, lanzarlo todo por la borda, por el amor de su vida, Shoji, que en realidad no la valoró como se debía, aunque al final si derramó unos lagrimones que hubieran inundado los propios mares.
Es injusto el trato que recibe la pequeña Chise, nadie parece comprenderla, a pesar de que ella defiende con las armas que han insertado en su cuerpo a su país. Sí, armas de destrucción masiva que, mediante una serie de cirugías y manipulación genetica logran convertirla en "el arma definitiva".
Y es que es justamente esa la tragedia: ya nadie la valora como ser humano, no es increible. Lo lamento, pequeña Chise. Ella ha sido transformada en un arma para combatir en una guerra que no eligio combatir pero que siente que es su responsabilidad hacerlo.
Es que su fragilidad parece avergonzarla y es asi como buscara hacerse más fuerte, prestandose a esos experimentos militares. Ah, el final no me gustó, pero bueno... sin duda una maravillosa historia como para cortarse las venas, snif.
pequeña belleza decide sacrificar todo, lanzarlo todo por la borda, por el amor de su vida, Shoji, que en realidad no la valoró como se debía, aunque al final si derramó unos lagrimones que hubieran inundado los propios mares.Es injusto el trato que recibe la pequeña Chise, nadie parece comprenderla, a pesar de que ella defiende con las armas que han insertado en su cuerpo a su país. Sí, armas de destrucción masiva que, mediante una serie de cirugías y manipulación genetica logran convertirla en "el arma definitiva".
Y es que es justamente esa la tragedia: ya nadie la valora como ser humano, no es increible. Lo lamento, pequeña Chise. Ella ha sido transformada en un arma para combatir en una guerra que no eligio combatir pero que siente que es su responsabilidad hacerlo.
Es que su fragilidad parece avergonzarla y es asi como buscara hacerse más fuerte, prestandose a esos experimentos militares. Ah, el final no me gustó, pero bueno... sin duda una maravillosa historia como para cortarse las venas, snif.
